Ha pasado ya más de una semana desde que concluyó la tan esperada Edición 14 del Festival Internacional de Creatividad Digital MUTEK México, una edición muy especial por el hecho de haber sobrepasado una de las peores catástrofes que ha sufrido México en los últimos 100 años y todavía no regreso a la realidad después de lo que se vivió durante varios días en la Ciudad de México en una de las mejores ediciones en la historia del festival.
Después de haber asistido a los programas A/Visions 1 y A/Visions 2 en el Domo Digital del Papalote Museo de Niño y en el Auditorio BlackBerry, respectivamente, otra de las actividades imperdibles del festival fueron los famosos Nocturno, el programa de carácter festivo que engloba dos largas jornadas en tres salas simultáneas llenas de experiencias audiovisuales y espectáculos musicales que cubren un amplio rango de estilos que van desde lo experimental y ambiental al dancefloor que se habían vuelto clásicos en el Foto Museo Cuatro Caminos. Sin embargo, este año Nocturno 1 y 2 se llevó a cabo en una nueva sede, una histórica fábrica de acero de 18,000 m2 totalmente remodelada en donde los contenidos audiovisuales de más de diez actos y las intervenciones artísticas de cinco estudios y artistas locales presentados por Fusión, ofreciendo una experiencia inmersiva completa durante las noches del 24 y 25 de noviembre.
Ubicada en una zona industrial a las afueras de la Ciudad de México en la calle Henry Ford 81 en Tlalnepantla de Baz, Edo. de México y entre naves industriales y fábricas humeantes con reminiscencia a la cultura electrónica de la década de los ochenta y noventa, fue el punto de encuentro de el arte y la tecnología en la primera noche de los Nocturno para escuchar lo mejor de la música electrónica mundial en tres escenarios: Sala A: Chloé (FR), Kelly Lee Owens (UK), Elektro Guzzi (AT), Nina Kraviz (RU). Sala B: Lucas Paris (CA/QC), Emptyset (UK), No Light & /*pac (MX), Would & Push 1 stop (CA/QC), Practice (MX). Sala C: Edgar Mondragón (MX), Jadir Zárate (MX), Leafar Legov (DE) e Isaac Soto (MX) con todos los servicios necesarios de logística y transporte para vivir una jornada memorable durante mi primer día de vacaciones. Siendo Emptyset, Elektro Guzzi, Chloé y Kelly Lee Owens los actos que más quería presenciar en este primer Nocturno.
Viernes 24 de Noviembre, 2017. Fábrica, Tlalnepantla de Baz, Edo. de México.
Después de haber adquirido mi boleto a través de Live Tours –el transporte oficial de MUTEK.MX– gracias a una querida amiga, con quien me reuní esa tarde en Parque España –frente al Hotel Condesa DF– para partir a Fábrica, saliendo a las 8 de la noche y llegando al lugar entre mucho tráfico –típico de la ciudad– una hora y media después. Estacionándonos en una calle solitaria y oscura, bajamos de la minivan sin saber qué esperar. La sorpresa llegó cuando entramos a una enorme y fría fábrica, después de haber comprado los boletos de transporte para el segundo Nocturno y de habernos puesto las pulseras con chip como método de pago para la zona de comida, la zona de merchandise –auspiciado por Discos Mono– y claro, para las bebidas.
En la entrada de la Fábrica nos encontramos con la primera intervención, Tezcatl presentada por INTUS, un sistema compuesto por una obsidiana, espejos, láser y ordenadores creando una pieza basada en la reflexión y la inmersión personal.
Luego en la Sala A nos encontramos con Damián Romero –director artístico y general de MUTEK.MX– a quien pude saludar y hablar sobre mi paquete de regalos frente a un enorme escenario –aquí es donde el festival se superó a sí mismo en la producción de todas sus ediciones anteriores y el primer acierto del lugar– con una gran base geométrica blanca como escenografía donde se proyectaron texturas llenas de colores durante el set de la francesa Chloé Thévenin, quien fue primera en inaugurar la Sala A presentando su tercer álbum, Endless Revisions. Un gran show audiovisual que nos llevó de lo ambiental a lo progresivo con hi hats atrevidos y beats bailables mientras el canadiense Lucas Paris inauguraba la Sala B. [www.listentochloe.com]
Dentro de las intervenciones presentadas por Fusión, Cocay Studio presentó Synchronic Dimensions en la Sala A, una pieza que hace referencia a la hipótesis física de universos paralelos independientes. A través de un túnel lumínico, que forma un agujero en el espacio y tiempo, nos desplazamos mentalmente a una velocidad superior a de la luz y nos conectamos con el presente, pasado y futuro. Una pieza que nos recuerda inevitablemente a la famosa pantalla circular de Pink Floyd.
Luego de ver gran parte de la presentación de Chloé, me desplacé a la Sala B –una sala un poco más pequeña– unos minutos después de las 11PM para presenciar uno de los actos más esperados que había querido ver desde el 2013, Emptyset. El dúo experimental de Bristol, Inglaterra, compuesto por James Ginzburg y Paul Purgas –artistas del sello alemán Raster-Noton–, reventaron la Sala B con su noise y post-techno industrial de sus trabajos para Raster-Noton, Collapsed del 2012, Recur del 2013 y Borders, este último lanzado a finales de enero de este año a través del sello Thrill Jockey, con visuales hipnóticos que reaccionaban al sonido que producían sus maquinas análogas y digitales. Sonido e imagen convergieron ferozmente e hicieron cimbrar toda la sala. Sin duda, uno de mis actos favoritos del festival. [www.emptyset.org.uk]
De regreso a la Sala A, la británica Kelly Lee Owens –quien participó en el track «Knowing We’ll Be Here» del álbum debut de Daniel Avery, Drone Logic del 2013 y una de las nuevas adiciones del festival después de la reprogramación de las fechas–, hizo bailar a una gran cantidad de gente con su sonido de alto contenido rítmico y vocal presentando su álbum debut homónimo lanzado en marzo de este 2017. Aunque sólo vi la última parte, la británica ofreció una presentación que cierra las brechas entre el techno cavernoso, el pop espectral y el pulso mecánico del krautrock, haciéndonos entrar en calor en una noche muy fría. [www.kellyleeowens.bandcamp.com]
Al fondo de la misma sala, otra de las intervenciones fue Sanctuaire presentado por La Cité, haciendo referencia a un uno de los lugares más sagrados por su asociación con lo divino o lo trascendente, un santuario. Sanctuaire trata de la Ciudad de México. Vista de lejos, la ciudad se caracteriza por un movimiento caótico e indescifrable. Para entenderlo, uno se tiene que acercar, darse cuenta de que este «caos» aparente es la manifestación de millones de acciones individuales de sus habitantes. De esa misma forma, esta pieza busca ser la manifestación visual de una energía mística que trasciende a sus invitados.
De vuelta a la Sala B, me dispuse a ver una parte del debut de la colaboración audiovisual entre el productor mexicano Alan Aguilar –también conocido como No Light y la mitad de And The End Of Everything– y el estudio de arte multimedia /*pac –quienes crearon la pieza SOMBRA en conjunto con Takami Nakamoto en 2016– presentando Arise, una nueva instalación que mezcla lo más intenso del mundo audiovisual lleno de contrastes, detalles finos y texturas en donde No Light, vuelca por completo en un híbrido de techno y bass que multiplica su significado con la adición de /*pac, estudio que se caracteriza por su uso de la luz y la caracterización y manipulación de la suma de todos los colores. Esta experimentación es gracias al uso de efectos ópticos simples junto con procesos complejos que involucran la óptica. Sin duda, un gran trabajo de alta calidad de exportación de estos artistas orgullosamente mexicanos. [www.soundcloud.com/no-light] / [www.pacinteractive.net]
Otra de las intervenciones que pudimos contemplar fue Superposition de Paolo Montiel, una instalación en donde la luz, como fuente de color y vibración, atraviesa elementos orgánicos sumergidos en un contenedor transparente con agua que levita de una estructura metálica cuadrada. Piedras de cristal de cuarzo siguen el camino de la luz plasmando diversas figuras en el suelo con el sonido, creando un estado de relajación y contemplación que incitaba a algunos curiosos a pararse debajo de la luz y perderse entre el tiempo y el espacio. Fue la intervención que más me gustó.
En punto de las 00:50 horas volví a la Sala A para no perderme el set del trío austriaco Elektro Guzzi, conformado por Bernhard Hammer, Jakob Schneidewind y Bernhard Breuer –otra de las adiciones de este año después de la reagendación de las fechas–, quienes se caracterizan por hacer techno en vivo y de calidad con tan sólo una guitarra, un bajo y una batería, volviendo al festival después de su participación en la edición del 2012 para ofrecer un gran concierto lleno de techno hipnótico y analógico. Inspirados por los grooves y el techno de Detroit, el trío dio un gran set donde las líneas de bajo progresivas, las percusiones que emulan a la perfección los ritmos de una TR-909, los delays de la guitarra eléctrica y cierta improvisación hicieron de la Sala A, una gran pista de baile durante una hora con excelentes visuales en una gran pantalla de LEDs a cargo del gran Jean-Sébastien Baillat (Baya), perdiéndome a Would & Push 1 stop en la Sala B. Sin embargo, Elektro Guzzi demostró ser una gran banda en vivo. Sin duda, uno de los mejores performances del festival de este año. [www.elektroguzzi.com]
Otro de los mejores momentos de la primera noche en la Fábrica fue el cierre con la bella DJ y productora rusa Nina Kraviz, que ha decir verdad no era uno de los actos que ansiaba por ver pero si uno por el que tenía mucha curiosidad, comenzando a las 2:05 de la mañana y hasta minutos después de las 4 de la madrugada cortando casi abruptamente su set ya que el programa indicaba que terminaba a las 4AM en punto. Aún así, ofreció un set denso de house, acid, electro y techno con visuales de Diagraf, creando un ambiente de total baile como si de un rave clandestino se tratase por las circunstancias del lugar y la hora. [www.soundcloud.com/nina-kraviz]
En algún momento de la noche los chicos de Emptyset se paseaban en el lugar como parte del mismo público –uno de los factores del festival donde algunos artistas se reúnen con el público para disfrutar del festival año con año–. Y perdido en la experiencia del festival –sobriamente–, jamás encontré la Sala C, tal vez porque esta se encontraba afuera de la Fábrica, pero eso lo supe la noche siguiente.
Saliendo de la Fábrica después de las 4AM, me subí a una de las minivan del transporte oficial del festival operado por Live Tours –que continuamente iban saliendo conforme estas se iban llenando para regresar a la CDMX– y descansar en algún hotel de la Condesa para el segundo Nocturno con otra larga jornada de artistas de primer nivel. Y de eso hablaré la semana próxima. [www.mutek.mx]
+ vídeos Nocturno 1 @ Vimeo
Escuchando:
The Great Distraction (Different Recordings, 2017). Cuarto álbum del quinteto de Leeds, Vessels, lanzado a finales de septiembre con colaboraciones de The Flaming Lips, Harkin, Vincent Neff y John Grant. Uno de los mejores lanzamientos del año, altamente recomendable.